viernes, 24 de mayo de 2013

Un culebrón mezclado con música country


Tengo predilección por Connie Britton, por eso cuando vi que iba a estrenar Nashville, aunque no fuera de mi estilo de series le di una oportunidad. Y eso es lo malo cuando le das una oportunidad a un culebrón, que te acaba enganchando…


La serie empieza con la rivalidad de la súper estrella del country Rayna James y la nueva estrella adolescente Juliette Barnes. Durante la primera parte de la temporada vemos sus más y sus menos, y su negativa para realizar una gira conjunta, que acaban haciendo con un gran éxito.

En esta parte de la temporada, Juliette muestra su parte más egoísta y diva, aparte de ser un poquito ligerita de cascos, ya que se lía con un productor, con Deacon y se llega a casar con un jugador de fútbol americano. Después conocemos a su madre que es adicta a las drogas y empezamos a comprender la forma de ser que tiene Juliette. Con la ayuda de Deacon consigue que su madre se rehabilite y tenga un supervisor, Dante, que la hace creer que está enamorado de ella, y la estafa. Éste termina siendo asesinado por la madre de Juliette para protegerla de los intentos de estafa que quería hacer por tener en posesión suya un video sexual que pensaba vender al mejor postor.

Scarlett y Gunnar eran la pareja que más me gustaba hasta este último tercio de temporada que se han propuesto destrozar la pareja. Entre el estúpido de Avery, que no me gusta ni para Scarlett ni para Juliette, el gay escondido, o el hermano de Gunnar han intentado y casi conseguido torpedear esta relación que al principio era genial, sobre todo cuando empezaban a cantar su música y no tenían preocupaciones.

Y la diva de la serie, Rayna James, es decir Connie Britton, es obvio que debe acabar con Deacon, pero está claro que se lo van a poner difícil a esta pareja. Primero por el marido, que va a acabar en la cárcel en un futuro no muy lejano por sus asuntos de malversaciones de fondos, pero antes de eso tendrá que torpedear esta relación. Después estarán su padre y hermana, que van a acabar como el rosario de la aurora, con traiciones entre ellos y Rayna tendrá que elegir entre uno de los dos. Luego con el drama de su hija mayor (no puede actuar peor esta niña) que se ha enterado que su padre es Deacon. Y lo más importante, el problema con el alcohol de Deacon.


¡Y menudo cliffhanger nos ha dejado Nashville señores! Entre el accidente aparatoso de Rayna y Deacon, el embarazo de Peggy (la amante de Teddy, ex marido de Rayna), la propuesta de matrimonio de Gunnar a Scarlett (que ya os avanzo que le va a decir que no porque vuelve a estar interesada en Avery) y el destrozo emocional de Juliette, han dejado las cosas muy interesantes y muy abiertas para la segunda temporada. 

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