lunes, 26 de agosto de 2013

Sangre, sangre y más sangre







Haciendo honor a su nombre, True Blood, la sangre ha estado más presente que nunca esta sexta temporada. Lo mejor de esta temporada es que no ha tenido múltiples tramas. Las dos principales han sido la de Sookie y el campo de concentración de vampiros. Pero vayamos por partes:

Empezamos por Arlene, que ha visto como toda su vida se ha desmoronado con la muerte de Terry, aunque ella hiciera todo lo posible por evitarlo. Pero ya era un personaje muy cansino todo el rato con sus remordimientos así que lo mejor era su muerte además de tener un entierro muy bonito.

Seguimos con Sam, que va camino de convertirse el personaje más coñazo de la serie. Primero vimos como moría Luna en sus brazos, y al día siguiente ya se estaba tirando a Nicole, la que quería sacar a la luz todos los tipos de personas sobrenaturales, y que todo su grupo es asesinado por la manada de Alcide.

Luego está Bill, que está ahí ahí luchando con Sam, a ver cual es más coñazo. Se creía dios, luego tenía que salvar a los vampiros y al final pierde sus poderes celestiales y vuelve a ser un vampiro cualquiera.

Alcide es otro que su trama ha sido sin chicha ni limoná, empezó siendo el líder de la manada, hasta abandonarla y convertirse de nuevo en el perrito faldero de Sookie.

Luego está Jason, que pensaba que iba a ser tan pesado como siempre, y resulta que está temporada ha estado bien. Primero con su odio a los vampiros, que se le pasa rápido todo hay que decirlo, sus líos con Sarah Newlin, y su amor por Jessica. Aunque ahora se ha convertido en el esclavo de una cristiana salida que puede dar escenas graciosas para la próxima temporada, aunque parece que lo van a llevar por el lado más aburrido, en el que ella cogerá celos de Jessica y la tendrán que matar porque se volverá loca…


Y luego esta Sookie, que la puedes odiar o adorar, pero sin ella la serie perdería mucho. Esta temporada le ha tocado liarse con el maromo de Warlow, que vamos lo pusieron de súper malo y ha sido una decepción porque su muerte ha sido cutre a más no poder. Pero bueno, esta temporada su trama ha tenido peso, y no ha sido tan tonta como en temporadas anteriores.

Y acabo el repaso de personajes reseñables con Eric, como no. Porque el vikingo no decepciona nunca. Hemos visto como perdía a su hermana Nora, enferma de la hepatitis V, en una de las escenas más tristes de la serie, y luego hemos visto como arrasaba con todos los humanos del campo de concentración vampírico para salvar a sus hijas, porque sí, ahora tiene una nueva hija llamada Willa, aparte de Pam. Y nos han dejado con el corazón en el puño con su posible muerte por el sol, aunque espero que llegara a tiempo Pam para salvarle…

Y así termina la sexta temporada, la primera sin el showrunner habitual como era Alan Ball, y hay que decir que no ha decepcionado, porque todos los episodios han estado entretenidos. Sobre todo, espero la vuelta de Sarah Newlin, porque ha demostrado estar más pirada que antes, y seguro que echaremos de menos a su querido marido Steve.

¿El punto negativo? Que la temporada que viene pinta fatal, más que nada por el argumento que han dejado preparado. Eso de los vampiros enfermos de hepatitis que quieren arrollar con todo no me ha terminado de convencer… pero bueno habrá que darle una oportunidad a ver si sorprende.

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